La humanidad a lo largo de su historia, atravesó por periodos muy lamentables signados por el odio, que provocó el exterminio de miles de personas. Como por ejemplo el modelo de discapacidad llamado de prescindencia, que promovía el abandono y la muerte de las personas con discapacidad, por considerar que su vida establecía la ruptura de la alianza divina y una carga social para las familias. En esas épocas, el odio era alimentado por el discurso social y estatal.
En nuestros días y en nuestro país, ese odio, alcanzó nuevas dimensiones de alimentación, propias de nuestra época, como la política, la cultura, los medios de comunicación y las redes sociales.
Por todas estas dimensiones, se agravió y descalificó a Cristina Fernández de Kirchner, líder del movimiento peronista nacional y popular, quien fuera dos veces presidenta y vice presidenta actual de nuestra patria.
En la calle, en las redes, en los medios de comunicación, en la oposición política, en la justicia partidaria, se le deseo la muerte, el encarcelamiento y hasta la orca.
No se puede admitir tanto odio para una enorme mujer que junto a Néstor garantizó y amplió los derechos de los colectivos de personas con discapacidad, desde la ratificación de la convención internacional de los derechos de las personas con discapacidad, la creación del Certificado único de Discapacidad (CUD) hasta la asignación por hijo con discapacidad, entre tantos beneficios.
Los medios de comunicación hegemónicos, al orden de la derecha autoritaria y clasista, amplificaron el discurso de odio proveniente de los sectores oligárquicos de la sociedad. Una prensa protectora de sus intereses y el de los grandes grupos económicos, no respetó los criterios de ética moral que rigen el ejercicio de la profesión.
Como resultado del mal ejercicio de la función de la oposición y de la comunicación de los medios, se alimentó de odio al pueblo y como consecuencia de ello, anoche una persona gatilló dos veces a diez centímetros de la cara de la vice presidenta un arma de fuego.
Gracias al amor del pueblo que todo lo vence, la bala no fue expulsada por el arma y hoy no estamos lamentando una pérdida invalorable para nuestro país.
Por todo lo expresado repudiamos el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner y solicitamos el esclarecimiento del hecho y pedimos encarecidamente que se cese con el discurso del odio, no se debe matar ni descalificar a quien piensa diferente, sino respetarlo.